El Año Jubilar Guadalupense da comienzo el 2 de agosto de 2020, fiesta de Nuestra Señora de los Ángeles de la Porciúncula, con el lema «Y desde aquella hora la acogió, el discípulo la recibió en su casa» (Juan 19,27) . Y se extenderá hasta el 10 de septiembre de 2022, en virtud de la ampliación concedida por la Santa Sede.
Se trata de un evento singular en la historia del Monasterio de La Puebla de Guadalupe con el que se quiere invitar a todos los peregrinos a acoger a María.
Se festeja cada vez que el 6 de septiembre coincide en domingo, día de la fiesta litúrgica de Ntra. Sra. de Guadalupe, tal como determinó el Papa San Pio X.
Fue en 2005, cuando el Papa San Juan Pablo II concedió la gracia del Año Jubilar Guadalupense, siempre que la solemnidad litúrgica de la Santísima Virgen de Guadalupe coincidiera en domingo.
El primer año jubilar de Guadalupe fue establecido por el Papa Paulo III en 1536 y desde entonces solo se había celebrado en ocasiones excepcionales.
Durante la celebración del Año Jubilar, es costumbre atravesar la Puerta Santa de la basílica y tocar las piedras que están a la entrada, en la nave de Santa Ana, que según la tradición cubrió a la imagen durante siete siglos, tras haber sido sepultada para protegerla de la invasión árabe en el año 714.
Consulta, desde aquí, todos los caminos de peregrinación.
La Obra Social del Jubileo Guadalupense está formada por dos proyectos que Mons. Francisco Cerro Chaves, Arzobispo de Toledo, ha presentado a través de una carta dirigida a “todos los peregrinos y devotos de la Virgen de Guadalupe”.
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El arzobispo de Toledo y Primado de España, Mons. Francisco Cerro Chaves, presentó el pasado lunes la obra social del año jubilar guadalupense. Lo hizo a
La basílica del Real Monasterio de Santa María de Guadalupe acogerá, el próximo 13 de febrero, la ceremonia de hermanamiento del santuario de la Morenita de las Villuercas
El Arzobispo de Toledo y Primado de España, Mons. Francisco Cerro Chaves, ha presentado la obra social del año jubilar guadalupense. Lo ha hecho a través
La “Guadalupense” es un documento otorgado por el rector de la basílica de Santa María de Guadalupe a los peregrinos que han realizado alguna de las 23 rutas para llegar hasta la Puebla de Guadalupe.
Los peregrinos que hayan recorrido algún camino o tramo ya sea a pie, a caballo o en bicicleta pueden dirigirse a la portería del Real Monasterio donde podrán solicitar el documento.
Es un tiempo extraordinario de gracia y renovación espiritual que nos ofrece la Iglesia para experimentar el amor de Dios que consuela, perdona y ofrece esperanza.
“La indulgencia es la remisión ante Dios de la pena temporal por los pecados, ya perdonados en cuanto a la culpa, que un fiel dispuesto y cumpliendo determinadas condiciones consigue por mediación de la Iglesia, la cual, como administradora de la redención distribuye y aplica con autoridad el tesoro de las satisfacciones de Cristo y de los Santos” (CEC 1471).
Es para sanar en el tiempo de las consecuencias de nuestros pecados, Dios, que siempre cuenta con nuestra libertad y colaboración, pide al pecador que se esfuerce y haga penitencia para que el hombre nuevo vaya dando muerte a las obras del mundo y de la carne, que intentan alegarnos del camino del amor y de la comunión con Dios y el prójimo.
Para restaurar aquellas relaciones y realidades que quedaron dañadas por nuestros pecados, aunque Dios los haya perdonado ya, es necesario para vernos libres completamente de las penas de nuestros pecados, se abrevia o se acorta e incluso puede llegar a desaparecer gracias a los méritos infinitos de Cristo, de la Virgen María y de todos los santos.
Tener la disposición interior de todo desapego del pecado, realizar este año jubilar la peregrinación al santuario de Ntra. Sra. de Guadalupe, confesarse, recibir la Eucaristía y orar por las intenciones del Papa.
La “Guadalupense” es un documento otorgado por el rector de la basílica de Santa María de Guadalupe a los peregrinos que han realizado alguna de las 23 rutas para llegar hasta la Puebla de Guadalupe. Los peregrinos que hayan recorrido algún camino o tramo ya sea a pie, a caballo o en bicicleta pueden dirigirse a la portería del Real Monasterio donde podrán solicitar el documento.
“Todo fiel puede lucrar para sí mismo o aplicar por los difuntos, a manera de sufragio las indulgencias tanto parciales como plenarias” (CEC 1471).
